Los emprendimientos sociales son hijos de las crisis, buena parte de ellos son el resultado de la inquietud de un emprendedor, o grupo de emprendedores, por cambiar las realidades sociales y trabajar en proyectos que tengan un impacto real en el mundo.

De hecho, la diferencia entre los emprendimientos sociales sostenibles con los emprendimientos de otro tipo (financieros o culturales) es la orientación netamente social de los proyectos que, sin embargo, no llegan a ser filantrópicos porque deben ser sostenibles financieramente en el tiempo.

En los entornos cambiantes o críticos, cuando las políticas sociales empiezan a sufrir recortes o se le presta menos atención a lo “importante” para atender lo “urgente”, es cuando los emprendimientos sociales logran abrirse camino.

Pero ¿es suficiente el deseo de querer cambiar las cosas para que un emprendimiento de carácter social funcione? La respuesta es “no”. Sin duda, las ganas de marcar la diferencia en los entornos y ser parte de las soluciones en lugar de perpetuar los problemas es una motivación poderosa para emprender un proyecto social, pero no es suficiente.

Por eso hoy queremos mostrar las 10 claves del éxito de los emprendimientos sociales que constituyen la base para que esa buena idea se materialice, crezca, prospere en el tiempo y pueda lograr el anhelado cambio social.

1. El perfil del emprendedor social

No todo el mundo está hecho para llevar adelante un emprendimiento social. El perfil de este emprendedor es muy específico porque, aunque comparte la esencia de un emprendedor comercial, tienen características propias, muy marcadas.

Por ejemplo, es una persona que desea mejorar la calidad de vida de las personas, orientada a la innovación, creativa, capaz de equilibrar la urgencia de satisfacer las necesidades de las personas con la transformación social que hará sostenible esa cobertura de necesidades en el tiempo.

Además, tiene una visión social colectiva que priva sobre los intereses individuales, credibilidad, confianza en los equipos y en los beneficiarios de la acción social, tiene una fuerte ética personal y profesional, así como la certeza de que está actuando para generar un impacto en la vida de las personas.

2. Una idea poderosa y capacidad de impacto

Esta es la parte que casi todos los emprendedores sociales tienen cubierta: una idea que cambie la vida de las personas para mejor. Que genere impacto, bien sea en lo político, social, económico o ambiental, el emprendedor social respira su idea todos los días con ansias de convertirla en realidad para beneficio de una comunidad o grupo.

Esta idea puede estar circunscrita a un ámbito local, sin embargo, un emprendimiento social no tiene límites geográficos porque muchos de los problemas sociales son compartidos por poblaciones distintas e, incluso, lejanas entre sí. Pero una idea potente puede ser replicada en cada lugar donde el mismo problema social necesite ser resuelto, para generar un impacto social positivo.

3. Tener un objetivo social

El objetivo de un emprendimiento social es crear valor social en lugar de riqueza personal. Su meta es la innovación social y se enfoca en los problemas colectivos en lugar de en las necesidades individuales.

Aunque el éxito financiero es un objetivo importante a alcanzar para poder sostener el proyecto, este pasa a un segundo lugar en la lista de prioridades. Esto, por supuesto transforma por completo la visión de emprendimiento tradicional orientado a los negocios.

Sin embargo, estos objetivos pueden lograrse por vías muy distintas. Por ejemplo, los beneficios de un negocio (o emprendimiento comercial) pueden destinarse a un objetivo social. Otra opción es que el propio emprendimiento cumpla su objetivo de impacto social positivo gracias a sus propias acciones.

4. Toneladas de creatividad

No hay emprendimiento social exitoso sin grandes dosis de creatividad. No solo para dar con la “idea fundacional poderosa” sino para sortear los obstáculos del día a día, siendo recursivos y encontrando soluciones fuera de lo común.

Decíamos al principio que los emprendimientos sociales florecen en los entornos de incertidumbre, gracias justamente a que aprenden a tomar decisiones creativas, soluciones novedosas y nuevas formas de hacer las cosas.

5. Tener una ética fuerte

El compromiso de un emprendimiento social con las sociedades es difícil de romper. Los emprendedores sociales están motivados por crear valor y resolver los problemas de sus entornos. Sin embargo, no son pocas las trabas que se encuentran en el camino, por lo que tener valores y principios éticos innegociables es muy importante para mantenerse “en el carril” y no desviar los esfuerzos hacia el beneficio personal de los involucrados.

6. Guiarse por una Misión

Uno de los aspectos que ayuda a conformar un código ético en los emprendimientos sociales es tener una misión clara y compartirla con el equipo. Esto va alineado al ítem de los objetivos, sin embargo, una misión es mucho más poderosa.

Cuando hablamos de misiones orientadas a lo social, el nivel de compromiso se multiplica exponencialmente. Cuando la calidad de vida de las personas o el futuro del medio ambiente están involucrados, no se puede fallar.

Las misiones, además, son potentes motivadores para un equipo. Forman parte de las razones por las cuales ir a trabajar y comprometerse: porque sienten que vale la pena y que están aportando algo al mundo. No hay que subestimar el poder de la solidaridad.

7. Modelo de negocio diferente

Los emprendimientos sociales se caracterizan por ser organizaciones responsables con sus colaboradores, con el medio ambiente y con sus comunidades circundantes. Entienden que las personas son el centro de sus acciones y procuran que su propia organización interna apueste por la diversidad, la pluralidad, la equidad de género y la flexibilidad.

8. Tener fuentes mixtas de financiamiento

Este es una de las claves del éxito más retadoras para los emprendimientos sociales porque sin financiamiento no hay proyecto que perdure. Las fuentes de financiamiento de un emprendimiento social pueden ser públicas o privadas. La mayoría tienen fuentes mixtas y procuran también generar sus propios ingresos.

9. Respirar innovación

Puede que esta sea, junto con la creatividad, una de las claves más importantes del éxito de un emprendimiento social. La innovación prácticamente forma parte de la definición y de la esencia de estos proyectos. Encontrar soluciones innovadoras es parte de lo que hace único a un emprendimiento social, se distinguen por la capacidad de sus miembros de imaginar el futuro de formas diferentes e inesperadas y trabajar para hacer esa “diferencia” una realidad.

Los emprendimientos sociales funcionan fuera de lo establecido, justo donde lo tradicional no ha sabido brindar respuestas. Por eso las decisiones de sus líderes se basan en la innovación, la proactividad y la ausencia de miedo a asumir retos.

10. Foco en la educación

La literatura sobre emprendimientos sociales destaca en la medida en que una persona tiene más formación académica, su conocimiento e interés sobre la innovación social aumenta. Por eso es más probable el surgimiento y éxito de los emprendimientos sociales entre personas comprometidas con el bienestar de la sociedad que, además, tienen la formación necesaria para poder emprender proyectos sociales exitosos.

 

Como señalamos, las buenas ideas e intenciones positivas no son suficientes, los emprendimientos sociales requieren de líderes con habilidades muy específicas que los impulsen hacia la concreción, la sostenibilidad y el éxito. Y las personas de mayores niveles educativos están más orientadas a lograrlo.

Por eso en el Curso de Especialización en Innovación Empresarial de la Universidad Tecnológica del Perú nos enfocamos en capacitar a los profesionales para convertirlos en agentes de innovación que puedan brindar soluciones novedosas a los problemas sociales del país, de la región y también del mundo.

Si los problemas son comunes, que también lo sean las soluciones que brindan los emprendimientos sociales que buscan mejorar la calidad de vida de las personas.

 

 

 

Autor
PostgradoUTP

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