La educación postpandemia requiere una perspectiva humanística y tecnológica para su aplicación. La colaboración, el desarrollo de entornos digitales y el enfoque en competencias blandas son parte de la educación superior en estos tiempos.

Cuando se habla de pandemia y educación, lo digital es protagonista. La gestión educativa actual demanda el uso de lo tecnológico, la incorporación de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) en el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como el compromiso con una educación universitaria de excelencia, centrada en el ser humano.

Jadira Jara, Docente de la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa en la Escuela de Postgrado UTP, afirma que la SUNEDU incluso exige a las universidades privilegiar la virtualidad y sumar métodos interactivos de enseñanza que favorezcan el uso de este modelo educativo para consolidar los aprendizajes. 

Es por ello que las universidades buscan continuar con esta forma educativa de manera coherente y consistente, alineada con los instrumentos de gestión.

Educación postpandemia: ¿enfoque de la educación superior actual?

 

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Según comenta la Docente Jadira Jara, los cambios en la oferta educativa son necesarios puesto que hay que considerar el contexto cambiante que atravesamos. La tendencia nos arrastra hacia la tecnología para ofrecer, desde un enfoque innovador y disruptivo, una educación transformadora, que busque cambios a nivel personal y profesional.

Algunos de los aspectos de transformación que debe considerar la educación superior en tiempos de postpandemia son:

1. Creación de entornos digitales adecuados, creativos y aplicables

La reingeniería educativa es una realidad. Apostar por la educación virtual y semipresencial es muy beneficioso, tanto para docentes como para estudiantes. En primer lugar, porque permite abolir los límites geográficos y de tiempo, acentuando la inclusión y la diversidad. 

En segundo lugar, aumenta el acceso a la educación desde diversas zonas, contribuyendo a la formación de profesionales calificados.

Estos entornos deben orientarse a estimular la creatividad y la innovación, siguiendo estándares que faciliten su aplicación de forma eficiente y efectiva. En ellos se debe tomar en cuenta la curva de aprendizaje de la plataforma, tanto del docente como del estudiante. 

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Por ejemplo, en la Escuela de Postgrado de la UTP, estos espacios se trabajan desde hace muchos años, enriqueciéndose de forma constante para contribuir a la adquisición de aprendizajes sólidos, que devengan en experiencias significativas.

2. Desarrollo de habilidades blandas

Un componente esencial en la educación superior en tiempos de postpandemia son las habilidades blandas. La educación actual debe buscar la reestructuración íntima de la persona, su autoconocimiento, liderazgo, comunicación asertiva y espíritu colaborativo.

El desarrollo o fortalecimiento de las soft skills permite una visión global de la educación, una mejor gestión del aprendizaje y la aplicación de diversas metodologías (tanto en gestión como en el proceso de enseñanza y aprendizaje desde la empatía, la inteligencia emocional, el libre pensamiento y la argumentación).

Para Delicia Durán del Castillo, graduada de la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa y directora académica del ICPNA, poner el foco sobre este tipo de habilidades resultó esencial para su desempeño profesional. 

«Lo que más me impactó de la Maestría en Docencia Universitaria y Educativa de la UTP son los cursos que se relacionan con el área personal. Me permitió ver como tú, como docente, colaborador y persona, respondías ante lo que ocurría alrededor tuyo, de forma externa; aprendimos sobre cómo reaccionar, cómo es el comportamiento del docente, del supervisor y la parte personal, cómo nos involucramos en las reacciones. Esto ha tenido un gran impacto en el trabajo que realizo actualmente».

3. Apostar por la calidad

La educación postpandemia, más que nunca, debe centrarse en la calidad, en la creación de programas acorde al mundo actual y en conocer cómo cumplir con los diferentes estándares internacionales y nacionales para garantizar la mejora continua.

Saber cuáles son las formas de licenciamiento, los estándares de calidad a seguir, la importancia de la acreditación y la exigencia que implica este tipo de educación impactará en la forma de gestionar los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como en los otros procesos relacionados con la educación.

El seguimiento de la calidad se notará en la experiencia transversal, auténtica y transformadora que se genere durante el proceso educativo. 

Delicia Durán indica que la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa «contiene una malla curricular interesante con aspectos que se involucran directamente con mi área como Directora Académica, con conocimientos aplicables». 

En esto último radica también la calidad: en brindar a los estudiantes conocimiento cualitativo y cuantitativo; docentes con años de experiencias, altamente capacitados, así como con métodos y tecnologías de enseñanza modernos.

Tomar en cuenta estos rasgos contribuirá a crear experiencias de enseñanza y aprendizaje lúdicas, originales, que permitan una reflexión profunda de los distintos procesos de la educación.

Conoce las dos modalidades de la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa, tanto online como presencial, y conviértete en un agente de cambio capaz de contagiar la pasión educativa. Aprovecha la oportunidad para transformar la educación y la vida de las personas.

Autor
PostgradoUTP

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