La zona de confort, espacio de calma y comodidad, se transforma a la larga en un territorio limitado, en el que todo es previsible y en el que somos incuestionables. El hecho de permanecer en ella mantiene alejado del crecimiento personal, de la experiencia.
Todos tenemos talentos y habilidades que pueden desarrollarse con acciones constantes, no obstante, su mejora puede llevarnos a lugares oscuros, caminos en apariencia difíciles de seguir. El espacio seguro es aquel donde se experimentan niveles bajos de estrés y ansiedad, donde todo es controlable.
Esta zona puede generar una sensación de estancamiento, alejando a las personas del éxito profesional, volviéndolas complacientes y sin ganas de explorar su potencial interno. Pero, ¿quién la definió y cómo salir de ella?
Zona de confort: el estado de calma
El término ha sido usado durante varios años y se relaciona con la pirámide de las necesidades de Abraham Maslow. En la psicología se le considera un lugar mental limitativo que antecede a otras dos zonas: la zona de aprendizaje y la zona de pánico o magia.
Afuera de la zona de confort se encuentra la zona de aprendizaje: lugar de la expansión donde el esfuerzo es lo principal. Este puede ser visto como divertido o penoso. En ambos casos se requiere de fuerza de voluntad y empuje para concretar aquello que deseamos aprender.
Cada vez que apostamos por el crecimiento profesional estamos entrando en una zona de aprendizaje. Esta franja puede ser pequeña o amplia acorde a nuestras emociones y empuje.
Por otro lado, la zona de pánico es aquella donde el miedo se apodera de la situación y entramos en modo supervivencia. Si nos mantenemos en ella volvemos a la zona de confort porque se genera la sensación de huida, de total incomodidad.
Crecimiento personal: ¿cómo entrar a otras zonas?
Para Ariana López, docente de la Escuela de Postgrado de la UTP, salir de la zona de confort ocurre cuando te arriesgas, tomas decisiones y apuestas por descubrir nuevos caminos. Te enfrentas a lo desconocido para obtener pequeñas recompensas.
Para entrar en la anhelada zona de aprendizaje puedes seguir estos consejos:
Autoconocimiento e identificación
Tanto para el crecimiento profesional como para el personal es importante conocerse, saber cuáles son las metas, las excusas frecuentes, lo que desalienta. Identificar las creencias y desarrollar herramientas para desmitificarlas, permitirá ejecutar nuevas acciones para descubrir y alimentar la motivación personal necesaria.
Gestionar el miedo y el error
Los cambios dan miedo y muchas veces culpa. No se trata de hacer que estos sentimientos desaparezcan, al contrario, se trata de manejarlos. Decir que sí a los retos, validar las emociones y preguntarse siempre “¿Qué es lo peor que podría pasar?”, al cuestionarnos de forma racional podemos ver que no es imposible.
La observación de uno mismo y sus miedos debe ser siempre desde el amor, el respeto y la comprensión. Los obstáculos existen pero hay que tener autoconfianza y disposición para vencerlos.
Plan sistemático para mejorar
Empezar a dividir los objetivos en acciones más pequeñas y escalables con el tiempo. Se trata de construir las bases y luego edificar. No se llega al éxito profesional, por ejemplo, sin antes labrar un camino lleno de altibajos.
Al ver resultados a mediano y largo plazo, la motivación aumentará y la zona de aprendizaje será más ancha.
Analizar y practicar
La identificación del error es esencial para el crecimiento personal y profesional. Analizar la equivocación y trabajar en los puntos débiles contribuirá a alcanzar el nivel o el objetivo deseado. En la constancia y en asumir los errores está la clave para mejorar.
No compararse para perder
Aprender de los modelos existentes, tomar lo que más resuene y celebrar sus logros es parte de abandonar la zona de confort. También comprender que hay sitios a los que no llegaremos solos, por lo que es importante rodearse de personas que ya estén allí y puedan inspirarnos y motivarnos.
Los docentes, coach o mentores pueden acompañarte y ayudarte a potenciar tus habilidades internas, siendo un apoyo. Nuestro cerebro está aprendiendo de forma constante y debemos aprovechar eso para alcanzar los espacios fuera de la zona de confort.
Si bien los seres humanos tendemos a someternos al estatus quo para ahorrar energías y que nada cambie, esa mentalidad representa un impedimento para el crecimiento y el éxito profesional. Abrazar la incomodidad y aventurarse a territorio inexplorado nos podrá conducir a una vida más plena.
Solo tenemos una vida y no hay que quedarse con las ganas de experimentar. Expandir los horizontes, ver las cosas con una mirada renovada y apostar por uno mismo está lleno de gratificación.
Si estás buscando expandirte a nuevas áreas y alcanzar metas personales y profesionales, te recomendamos inscribirte en el MBA online o en la modalidad presencial de la Escuela de Postgrado UTP.
En palabras de Félix Miranda, graduado de la Maestría en Administración de Empresas – MBA y Líder de Operaciones en el Grupo Servex , nos comparte un poco de su experiencia que vivió al llevar el MBA en la Escuela de Postgrado UTP: «Después de haber terminado la maestría, me encuentro a un Félix más maduro, capaz de indagar en nuevas ideas y llegar a la raíz de los problemas. Esta maestría me ha permitido desarrollar un pensamiento más analítico, lo cual ha sido clave para lograr cosas importantes en mi trabajo».
Aquí tendrás la oportunidad de conectarte con tus objetivos y experimentar cambios internos tangibles, siempre inclinándote hacia lo positivo.